El origen del Blue Monday se remonta al año 2005 cuando el psicólogo Cliff Arnall de la Universidad de Cardiff (Gales) intentó calcular la fórmula para encontrar el día más triste del calendario.

Siguiendo la tendencia que veía en sus pacientes, sumado a la presión por las deudas de la navidad, el frío que hace en enero en muchos lugares del globo y todos los propósitos del año nuevo que hemos sido incapaces de cumplir en los 20 primeros días del mes, el tercer lunes de cada año es el más deprimente, pero ¿es cierta esa fórmula? La respuesta es no.

La realidad que se esconde tras un hashtag que se viraliza cada 20 de enero en las redes sociales no es otra que una gran campaña de publicidad con el único objetivo de ganar dinero. Una estrategia muy buena ya que se repite de manera anual desde hace 15 años se venden productos a costa de la tristeza.

La agencia de viajes -ya desaparecida- Sky Travel pensó una estrategia de marketing para conseguir clientes y aumentar sus ingresos. Para ello, formularon la pregunta ‘¿cuál es el día más triste del año?’ y respondieron a través de la fórmula de Arnall.

Toda una estrategia de marketing impulsada a través de una agencia y con el valor añadido de tener un nombre de un psicólogo para avalarla. A pesar de que la agencia de viajes ya no exista, su estrategia de marketing sí y, a día de hoy, sigue siendo un reclamo de ventas para muchos comercios, además de una tendencia en redes sociales.

Quizá el Blue Monday no sea el día más triste del año, pero sí todo un caso de éxito.